Valles Intermontanos

La región de los Valles Templados está representada por el de Lerma y los Valles de Sianca. Estas formaciones se ubican a alturas intermedias, entre sierras y bajo condiciones de clima templado. Se trata de valles abiertos ubicados a la salida del relieve montañosos, en la confluencia de los ríos que descienden del borde oriental de la Puna. El aporte continuo de sedimentos colmata las depresiones originales, bajo forma de amplios abanicos achatados. En el ápice del cono achatado se concentran preferentemente materiales de granulometría gruesa y la porción distal es ocupada por sedimentos finos. El paisaje corresponde a una llanura extendida, cuyo gradiente medio se encuentra alrededor del 1%. En esta unidad el relieve condiciona en forma marcada la distribución geográfica de las lluvias. En el Valle de Lerma la precipitación es superior a los 1.000 mm anuales en el noroeste e inferior a los 400 mm anuales en el sur. El Valle de Sianca es bastante seco en toda su extensión con precipitaciones del orden de los 500 mm promedio anuales. Las temperaturas en el Valle de Lerma son algo superiores a 20-C para el mes más cálido y de 11-C para el mes más frío. En el Valle de Sianca por su menor altura y nubosidad los registros llegan a 24,8-C y 12,5-C respectivamente. La vegetación natural corresponde al denominado Bosque Xerófilo a Subhúmedo Seco, integrado con especies del Bosque de Transición y Chaqueño. Valles Aridos, a los cuales pertenecen los Valles Calchaquíes tratándose de depresiones alargadas y estrechas de gradiente considerable. Genéticamente corresponden a líneas tectónicas por lo que su disposición tiene una orientación norte-sur, en coincidencia con las estructuras fundamentales de la región. Las precipitaciones alcanzan valores menores a los 300 mm anuales. La temperatura desciende con la altura, y la evapotranspiración supera en todos los meses del año a las lluvias, por lo cual se registra un déficit hídrico permanente. La vegetación natural característica es de Prepuna y de Monte.