Las ONG y los movimientos sociales se comprometen a llevar a cabo las siguientes acciones con relacion a las zonas aridas y semiaridas:
18. Ampliar y refinar planes de reflexión y acción con relacion a la problemática de estas zonas, buscando la mas efectiva difusión y la adopción de experiencias de desarrollo sustentable.
19. Establecer mecanismos y estructuras de cooperación científica, técnica y financiera con el objetivo de hacer viable este plan de acción.
20. Intensificar, ampliar y mejorar el intercambio de información, conocimientos, experiencia y tecnología socialmente justos, ecológicamente sustentables, culturalmente adecuados y fundamentados en una visión holistica de la ciencia y la naturaleza.
21. Planificar e instrumentar proyectos de educación ambiental que afirmen los potenciales ecológicos, económicos y culturales de estas zonas.
22. Participar efectivamente en los procesos de análisis, definición y continuación de obras publicas a nivel local, nacional e internacional.
23. Tratar de que las campañas que trabajan por la población logren la atención de los medios de comunicación y especificar los principales problemas sociales y ambientales de estas regiones y las soluciones que ya existen.
24. Respaldar y desarrollar acciones concretas hacia la democratización del acceso, el uso y la conservación de los recursos naturales (tierra, agua y biomasa), promoviendo acuerdos sobre el uso racional de estos recursos en las zonas donde existen conflictos entre las comunidades locales.
25. Fortalecer la batalla por la reforma agraria en las regiones donde la propiedad de la tierra esta concentrada en las manos de un grupo pequeño.
26. Desarrollar iniciativas, proyectos y campañas para la preservación de los recursos genéticos y la biodiversidad así como contra la apropiación privada del capital genético a través de las patentes de los seres vivientes, y cualquier otra forma de control monopólico.
Las ONG y los movimientos sociales habrán de luchar para lograr que las autoridades locales, nacionales e internacionales adopten las siguientes medidas en las zonas aridas y semiaridas:
27. Desarrollar la enseñanza publica: para erradicar el analfabetismo tener en consideración el conocimiento tradicional y la organizacion sociocultural de cada localidad, integrando los intereses ambientales a las asignaturas convencionales, entre ellas los modos de producción.
28. Democratizar la información gubernamental sobre las realidades de la situación social y ambiental así como las obras publicas relacionadas con el medio ambiente y desarrollo de estas regiones.
29. Reestructurar e integrar la investigación educativa, la comunicación rural de acuerdo con las necesidades sociales, culturales y ambientales.
30. Democratizar los programas de gobierno para facilitar el acceso, el uso y la conservación de los recursos naturales, fundamentalmente la tierra, el agua y la biomasa, para favorecer a campesinos y a comunidades tradicionales, indigenas y tribales.
31. El logro de la reforma agraria en los países donde la propiedad de la tierra esta en manos de unos pocos, incorporando políticas de crédito, asistencia técnica y comercialización eficiente y adecuada con las condiciones sociales, económicas, culturales y ambientales de cada región.
32. Adoptar el principio de que los recursos genéticos son el patrimonio cultural de las comunidades campesinas, tradicionales, indigenas y tribales; y crear una rigurosa legislación, que las proteja contra cualquier forma de apropiación privada o monopólica del capital genético.
33. Definir una plataforma política para respaldar las regiones secas, con conciencia de las actividades agrícolas, pastoriles y forestales; y restructurar la agricultora de riego con una perspectiva de uso de los recursos naturales integrada y sustentable.
34. Reorientar la política agroindustrial a efectos de respaldar la producción en pequeña escala generada por los sectores populares, que provee de incentivo para el desarrollo local y regional.
35. Reorientar la política industrial de manera que considere solamente las industrias no contaminantes y los servicios sociales y económicos que generan oportunidades de empleo y mejoran la calidad de vida.
36. Reorientar la estructura política para promover el desarrollo de artesanías útiles y artísticas de las poblaciones locales a través de la creación de reservas naturales que garanticen los productos esenciales y los materiales primarios para el trabajo artesanal; de esta manera asegurar la preservación del arte y la cultura popular y fortalecer la economía local y regional.
37. Adoptar el concepto y la practica de la agroecología participativa, evitando la subordinación de agricultores en sistemas convencionales de desarrollo rural.
38. Diagnosticar eficazmente, evaluar y supervisar todos los proyectos que podrían causar degradación ambiental, social o cultural tanto a nivel local como mas generalizadamente.
39. Garantizar que las poblaciones locales, las ONG y los movimientos sociales tengan espacios para negociar proyectos, programas y recursos financieros, etc.
40. Instrumentar sistemas de alerta para prevenir las consecuencias del cambio atmosférico, la utilización excesiva de recursos, la alteración de poblaciones y los conflictos resultantes.
41. Crear un fondo, cuyo objetivo especifico sea respaldar el restablecimiento de los recursos naturales en zonas degradadas, a efectos de viabilizar las actividades de las poblaciones locales, garantizando el principio de participación popular.
Se detallan a continuación los mecanismos que acompañaran este plan de acción para zonas aridas y semiaridas:
42. La formación de una asociación de ONGs y movimientos sociales que participen activamente en las zonas aridas y semiaridas a nivel local, regional e internacional.
43. Creación de mecanismos de comunicación, utilizando redes electrónicas, comunicaciones interpersonales, boletines informativos, talleres, y conferencias a nivel local, nacional e internacional.
44. Establecimiento de un centro especifico de coordinación para cada región que funcione como punto de referencia para la recepción y difusión de información.
45. Desarrollo de criterios y metodologías para la evaluación de proyectos y obras publicas dirigidos a estas zonas.
46. Seguimiento del destino de fondos públicos y presiones a los bancos internacionales para realizar inspecciones internacionales de todos los proyectos que financian, con la participación de ONGs, movimientos sociales y poblaciones interesadas a todo nivel.
47. Evaluación de los resultados obtenidos a partir de este acuerdo a fines de 1994.