La forma actual de ocupación de los ``cerrados'', realizada sin consulta o participación de sus habitantes, es un aspecto común del modelo de desarrollo adoptado en Brasil en las ultimas décadas. Este sistema se basa en las subvenciones financieras e incentivos fiscales, en la concentración de tierras, en la expulsión de las poblaciones rurales por la destrucción de sus formas de producción. El ecosistema de los ``cerrados'', como sitio adecuado para la expansión de las actividades de agricultura, ganaderia y forestación ha sido agredido y aproximadamente el 75% de su extensión, ha quedado destruido principalmente a través de:
1- Desmatamiento indiscriminado de su vegetación e plantación de extensiones homogéneas de eucalipto para producir combustible, con la finalidad de abastecer las industrias siderúrgicas, que producen hierro que es exportado principalmente a Japón o vendido a la industria de celulosa.
2- Plantación de grandes extensiones de pasturas homogéneas y monocultivos de exportación para el conjunto tecnológico industrial: correctores del suelo, fertilizantes químicos, herbecidas, plaguicidas y maquinaria pesada.
3- Construcción de grandes obras de riego con uso intensivo e indiscriminado de los recursos hídricos y de energia.
4- Instalación de grandes represas a lo largo de los principales cursos de agua, para generar energia eléctrica.
Todas esas acciones han provocado una serie de impactos ambientales y sociales, destacándose entre ellos:
1- La gran reducción de la enorme y aun desconocida biodiversidad que existe en los ``cerrados''.
2- La degradación de los suelos debido principalmente al uso de maquinaria pesada y productos químicos que comienzan y aceleran un proceso de erosión y esterilización.
3- Contaminación del agua y, por consiguiente, de todos los animales (incluso los seres humanos) que de ella dependen.
4- Sedimentación y disminución de los recursos hídricos superficiales y subterráneos debido a la erosión del suelo. El suelo de los ``cerrados'' se caracteriza por un bajo consumo de agua y capacidad de infiltración de sus suelos, funciona como una ``esponja'' captadora y almacenadora de agua. En consecuencia disminuye también su gran capacidad de dispersar aguas.
5- Intensificación del proceso de concentración de la tierra con la expulsión, migración y empobrecimiento de los pequeños productores y trabajadores rurales, generando nuevos problemas imposibles de solucionar en los centros urbanos grandes y medianos.
6- Desintegración de las comunidades locales en sus valores culturales, usos, costumbres y símbolos.