1. Los bosques son esenciales para la vida sobre la Tierra. Debe reconocerse el valor infinito de la estructura, función e integridad de los ecosistemas. Toda forma de vida forestal es única y requiere un hábitat y protección adecuados.
2. Los bosques deben ser protegidos para satisfacer las necesidades sociales, económicas, ecológicas, culturales y espirituales de las generaciones presentes y futuras, y garantizar el mantenimiento de la integridad del suelo, el agua, el aire y la conservación de la biodiversidad.
3. Las medidas para la conservación de los bosques deben incluir la protección permanente y total de todos los tipos de ecosistemas forestales, la restauración y/o recuperación de bosques degradados o fragmentados y la administración sustentable de zonas utilizadas por el ser humano.
4. Los programas forestales deben contar con un máximo de consulta y participación publica, especialmente pueblos del bosque y comunidades locales, y la sociedad debe tener el derecho de apelar y hacer cumplir las decisiones adoptadas para el sector forestal.
5. Los bosques son la vida misma de muchos pueblos indigenas, y por lo tanto sus territorios tradicionales deben ser legalmente reconocidos y garantizados.
6. Los conocimientos y practicas forestales tradicionales de los pueblos indigenas deben ser recuperados y conservados. Debe garantizarse los derechos tradicionales de los pueblos indigenas.
7. La lucha por la conservación de los bosques no debe separarse de las luchas por la reforma agraria en algunos países, ni de los principios generales de democratización, justicia social y respeto por el medio ambiente.
8. Los derechos de los pueblos indigenas y tradicionales que viven de la extracción no destructiva de los productos del bosque (tales como seringueiros y recolectores de castañas) deben ser legalmente garantizados en las zonas que han ocupado tradicionalmente. Estos procesos extractivos deben ser reconocidos, protegidos y estimulados como una forma de administración sustentable de los bosques, para reducir la presión sobre estos, beneficiar a las economías locales y ayudar al medio ambiente mundial.
9. Se cortara preferentemente la madera de los monocultivos y plantaciones exóticas existentes creados para la producción comercial de madera, como forma de disminuir la tala de los bosques naturales. En general, estas plantaciones deben ser convertidas en plantaciones mixtas de especies nativas.
10.a - Como forma de aumentar al máximo la diversidad biológica se utilizara la regeneración natural de los árboles, toda vez que sea posible.
10.b - Debe reconocerse, mejorarse y estimularse la función de las plantaciones, los bosques reestablecidos y los cultivos de árboles (como frutos y nueces), como fuente sustentable y ecológicamente armónica de energia renovable. Las plantaciones y bosques rehabilitados pueden ser un medio de reducir la presión comercial sobre los bosques primarios y vírgenes. Las tierras que actualmente estén cubiertas por bosques naturales o reestablecidos no deben ser transformadas en plantaciones.
10.c - La plantación forestal solo debe hacerse en zonas no forestadas, degradadas o en aquellas donde ya no pueda hacerse regeneración natural de bosques nativos o resulte impropia para cultivos alimenticios. Las plantaciones no deben ser sometidas a control biológico o químico, ni a la aplicación de fertilizantes no orgánicos.
10.d - El restablecimiento de bosques y el establecimiento de plantaciones en tierras degradadas puede ser muy importante para la creación de fuentes de trabajo en la región y el desarrollo en provecho de los pueblos locales, economías nacionales y medio ambiente mundial. Antes de emprender un proyecto de plantación, deben hacerse estudios sobre la repercusión en el medio ambiente, para asegurar que no provoquen consecuencias adversas a las economías locales o al medio ambiente.
11. Las prácticas de corte que no tienen en cuenta la destrucción del hábitat, la erosión del suelo, la perdida de biomasa, las consecuencias culturales y económicas adversas o la garantía de una regeneración ecológicamente apropiada, deben ser condenadas internacionalmente.
12. Los costos y beneficios ambientales, entre ellos los valores culturales, económicos, sociales y políticos, deben ser incorporados a través de una contabilidad ecológica como valores agregados a los recursos forestales por las fuerzas y mecanismos del mercado, y reflejarse en los precios reales, costos de permisos e impuestos fiscales, como forma de lograr un uso sustentable de los bosques.
13. Los organismos forestales del Estado no deben vender, asignar o disponer de los productos forestales a menos que esas transacciones demuestren una rentabilidad basada en el valor real de todos los activos utilizados, contando entre ellos árboles, tierra, suelo y agua de cada zona forestal en cuestión.
14. La reconversión de productos de la madera, especialmente el papel, junto con una tala y practicas de procesamiento menos depredadoras, deben tener un cometido significativo en la protección de los valores ambientales y la reducción de la demanda de mas madera.