6. Sin duda, el agua, elemento vital para los ecosistemas y para las sociedades humanas, se vuelve cada vez mas escasa por su disponibilidad cuantitativa y cualitativa para los diferentes usos sociales.
7. Hay una conciencia creciente de entender al agua de manera integral. Esto implica una comprensión a partir de distintas perspectivas:
a. como elemento vital para la supervivencia de la biodiversidad y de las sociedades;
b. como recurso vital para el desarrollo de diversas actividades económicas;
c. como recurso natural, que por su carácter limitado adquiere valor económico;
d. como recurso ambiental que es patrimonio común que la sociedad debe usar, preservar y conservar.
8. Hay que garantizar a todos los habitantes el acceso equitativo al agua potable y al saneamiento básico, como derecho humano para mejorar su calidad de vida. Por tanto, es necesario replantear las modalidades de manejo sectorial del agua, que desconocen, ignoran y perjudican sus usos posibles y tornan poco viables la conservación y preservación del sistema hidrológico.
9. Las soluciones puntuales que suponen la privatización y fragmentación del ciclo del agua tiende a empeorar la situación actual. Las soluciones de los problemas que se presentan en el uso y reutilización requieren de una visión de conjunto de las cuencas, la cual debe ser obtenida a través de un proceso de participación y cooperación. El mercado no es la solución per-se al conjunto de los problemas de administración de los sistemas hídricos, pues la alternativa ambiental para la resolución de estos problemas implica una gestión del agua, donde prioridades y decisiones sean resultantes de procesos colectivos de debate, con amplia participación popular y de los diversos sectores sociales; pudiendo, así, ser asumidos por la colectividad.