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Actividades

  1. Mejoramiento de la administración urbana

    7.16.- Un marco existente para fortalecer la gestión es el Programa de Administración Urbana del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo/Banco Mundial/Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (Hábitat), un esfuerzo mundial concertado para ayudar a los países en desarrollo a hacer frente a sus problemas de gestión urbana. Su alcance debería extenderse a todos los países interesados durante el período 1993-2000. Todos los países deberían, según procediera y de conformidad con sus planes, objetivos y prioridades nacionales, y con la asistencia de las organizaciones no gubernamentales y los representantes de las autoridades locales, emprender las siguientes actividades a nivel nacional, estatal/provincial y local, con la asistencia de los programas y los organismos de apoyo pertinentes:

    1. Adoptar y aplicar directrices de gestión urbana en las esferas de ordenación de tierras, ordenación del medio urbano, gestión de la infraestructura y finanzas y administración municipales.

    2. Acelerar los esfuerzos por reducir la pobreza de las zonas urbanas mediante diversas medidas, como por ejemplo:

      1. Generar empleo para los pobres de las zonas urbanas, especialmente las mujeres, mediante la creación, el mejoramiento y la conservación de la infraestructura y los servicios urbanos y el apoyo de actividades económicas en el sector no estructurado, como reparaciones, reciclado, servicios y pequeños comercios.

      2. Prestar asistencia concreta a las poblaciones más pobres de las zonas urbanas mediante, entre otras cosas, la creación de una infraestructura social para reducir el hambre y la falta de vivienda, y la prestación de servicios adecuados a nivel de la comunidad.

      3. Alentar la creación de organizaciones indígenas basadas en la comunidad, organizaciones privadas de voluntarios y otras formas de entidades no gubernamentales que puedan contribuir a la reducción de la pobreza y al mejoramiento de la calidad de vida de las familias de bajos ingresos.

    3. Adoptar estrategias innovadoras de urbanismo destinadas a abordar cuestiones ecológicas y sociales, mediante:

      1. La reducción de los subsidios, y la plena recuperación de gastos correspondiente, a los servicios ambientales y otros servicios de alta calidad (por ejemplo, abastecimiento de agua, saneamiento, recolección de basura, caminos y telecomunicaciones) que se prestan a los vecindarios de mayores ingresos;

      2. El mejoramiento del nivel de la infraestructura y la prestación de servicios en las zonas urbanas más pobres.

    4. Elaborar estrategias locales para mejorar la calidad de vida y del medio ambiente, integrando las decisiones sobre la utilización y la ordenación de las tierras y las inversiones en los sectores público y privado, y movilizando recursos humanos y materiales, promoviendo así la generación ecológicamente racional de empleos que protejan la salud humana.

  2. Fortalecimiento de los sistemas de datos urbanos

    7.17.- En el período 1993-2000 todos los países, con la activa participación del sector empresarial, deberían ejecutar, en los casos en que proceda, proyectos experimentales en determinadas ciudades para la reunión, el análisis y la ulterior difusión de datos urbanos, incluidos los análisis sobre los efectos en el medio ambiente, en los planos local, estatal/provincial, nacional e internacional, y crear una capacidad de gestión de los datos sobre ciudades. Las organizaciones de las Naciones Unidas como el Hábitat, el PNUMA y el PNUD podrían aportar asesoramiento técnico y sistemas modelo de gestión de datos.

  3. Fomento del desarrollo de ciudades intermedias

    7.18.- A fin de aliviar la presión en las grandes aglomeraciones urbanas de los países en desarrollo, deben adoptarse políticas y estrategias para el desarrollo de ciudades intermedias con el objeto de crear oportunidades de empleo para la mano de obra desempleada en las zonas rurales, y apoyar actividades economías basadas en las zonas rurales, aunque es indispensable una ordenación racional de las zonas urbanas para asegurar que el desenfrenado crecimiento urbano no propague la degradación de los recursos a una superficie mayor ni aumente las presiones para urbanizar los espacios abiertos, las tierras agrícolas y los cinturones verdes.

    7.19.- Por lo tanto, todos los países deberían examinar, según procediera, los procesos y políticas de urbanización con el objeto de evaluar los efectos del crecimiento en el medio ambiente y aplicar en las ciudades criterios de urbanismo y gestión adaptados concretamente a las necesidades, la capacidad de recursos y las característica de sus ciudades de tamaño mediano en crecimiento. Según los casos, también deberían concentrarse en actividades destinadas a facilitar la transición de los estilos de vida rurales a urbanos y en las modalidades de asentamiento y en promover el desarrollo de actividades económicas en pequeña escala, especialmente la producción de alimentos, para apoyar la generación local de ingresos y la producción de bienes y servicios intermedios para las zonas rurales más apartadas.

    7.20.- Todas las ciudades, especialmente las que se caracterizan por graves problemas de desarrollo sostenible, deberían, de conformidad con las leyes, normas y reglamentos nacionales, formular y fortalecer programas destinados a abordar esos problemas y a orientar su desarrollo en forma sostenible. Ya existen algunas iniciativas internacionales para apoyar esos esfuerzos en el Programa de ciudades sostenibles de Hábitat y el Programa de ciudades sanas de la MOSA, que deberían intensificarse. Deberían fortalecerse y coordinarse otras iniciativas del Banco Mundial, los bancos regionales de desarrollo, los organismos bilaterales y otras partes comprometidas, en particular los representantes internacionales y nacionales de autoridades locales. Las diversas ciudades, según los casos, deberían:

    1. Institucionalizar un criterio de participación para el desarrollo urbano sostenible sobre la base de un dialogo constante entre los participantes en el desarrollo urbano (el sector público, el sector privado y las comunidades), especialmente las mujeres y las poblaciones indígenas.

    2. Mejorar el medio ambiente urbano promoviendo la organización social y la conciencia sobre el medio ambiente mediante la participación de comunidades locales en la determinación de los servicios públicos necesarios, la dotación de infraestructura urbana, el mejoramiento de los servicios públicos y la protección o rehabilitación de viejas edificaciones, recintos históricos y otros elementos culturales. Además, deben activarse los programas de ``trabajos verdes'' con el objeto de crear actividades autosostenidas de desarrollo humano y oportunidades de empleo en los sectores estructurado y no estructurado para residentes urbanos de bajos ingresos.

    3. Fortalecer la capacidad de sus órgano locales de gobierno a fin de encarar en forma más eficaz la amplia variedad de problemas del desarrollo y del medio ambiente que se asocian con el crecimiento urbano rápido y racional, mediante criterios amplios de planificación en que se reconozcan las diversas necesidades de las ciudades y que se basen en prácticas ecológicamente racionales de urbanización;

    4. Participar en ``redes de ciudades sostenibles'' internacionales para intercambiar experiencias y movilizar apoyo técnico y financiero nacional e internacional.

    5. Promover la formulación de programas de turismo ecológicamente racionales y culturalmente sensibles como estrategia del desarrollo sostenible de los asentamientos urbanos y rurales y como forma de descentralizar el desarrollo urbano y reducir las discrepancias entre las regiones.

    6. Establecer mecanismos, con la ayuda de los organismos internacionales pertinentes, a fin de movilizar recursos para iniciativas locales de mejoramiento de la calidad del medio ambiente.

    7. Preparar a grupos comunitarios, organizaciones no gubernamentales y particulares para que asuman la autoridad y responsabilidad de ordenar y mejorar su medio inmediato mediante los instrumentos, las técnicas y los criterios de participación que abarca el concepto de atención del medio ambiente.

    7.21.- Las ciudades de todos los países deberían fortalecer la cooperación entre si con el auspicio de organizaciones no gubernamentales activas en esta esfera, como la International Union of Local Authorities (IULA), el International Council for Local Environmental Initiatives (ICLEI) y la World Federation of Twin Cities.


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