Siguiente: Compromisos políticos Superior: Tratado sobre Modelos Económicos Anterior: Preámbulo

Principios

En lo fundamental, las alternativas al modelo económico dominante se basan en los siguientes principios :

El propósito fundamental de la organización económica es satisfacer las necesidades básicas de la comunidad, tales como alimentación, habitación, salud, educación y cultura. El modelo económico concentrador de riquezas se opone a este propósito, para el la expansión de la producción representa una finalidad en si misma. Por otro lado la actividad económica tiene que orientarse de manera desvalorizar y no destruir el ambiente natural, preservando los recursos para su uso por parte de las generaciones futuras.

La alternativa al sistema dominante debe inspirarse en los modelos autóctonos y en comunidades de base, valorizando las personas cuya experiencia se basa en la historia y la realidad ecocultural de los pueblos. Esto implica la incorporación de distintos sistemas alternativos de producción, procesos de decisión y tecnologías, originarios de las comunidades autóctonas.

El modelo económico alternativo debe basarse en la relativa autosuficiencia de las comunidades, regiones y países, y no en el libre comercio y en un mercado mundial dominado por las grandes compañías nacionales y trasnacionales.

El modelo económico alternativo debe reconocer e institucionalizar el papel central de la mujer en la producción económica.

La vida económica debe estar determinada por estrategias elaboradas a partir de las bases, para que los individuos y las comunidades puedan tomar decisiones sobre los problemas que les interesan directamente. El modelo económico dominante margina las comunidades y perpetua, a nivel internacional, relaciones dominadas por el centro en detrimento de la periferia.

La dependencia recíproca entre las personas, las comunidades y el mundo material es uno de los fundamentos del modelo económico alternativo que estamos tratando de alcanzar. Esa interdependencia requiere un sistema de relación basado en la autonomía, la igualdad, la democracia y la solidaridad. Como miembros de una comunidad, los individuos deben asumir la responsabilidad de organizar su vida dentro de los limites de los recursos del planeta, en contraste con el modelo económico de consumo excesivo del Norte y de las élites dominantes.

Los indicadores sociales y económicos no deben considerar solamente el crecimiento material y el progreso tecnológico, sino también el bienestar individual, social y ambiental. Estos indicadores deberán incluir el trabajo familiar no pagado, las desigualdades en la distribución de la riqueza, las carencias de la infancia, etc. Ellos deben contribuir a que la humanidad alcance un máximo de felicidad común mínimo de recursos y ningún desperdicio.

En un sistema económico alternativo el Estado deberá dejar de ser un instrumento al servicio de las grandes compañías. La acción del Estado se orientara prioritariamente a satisfacer las necesidades de las personas y hacia estrategias de desarrollo que interesan a la comunidad.


Siguiente: Compromisos políticos Superior: Tratado sobre Modelos Económicos Anterior: Preámbulo
Secretaría de Medio Ambiente