Durante siglos, los Pueblos Indigenas han tenido una relación íntima con la naturaleza, trasmitiendo respeto, interdependencia y equilibrio. Por esta razón, estos pueblos han desarrollado modelos económicos, sociales y culturales que respetan la naturaleza sin destruirla. Estos modelos establecen la administración y propiedad colectiva de los recursos naturales, a partir de la participación y la solidaridad.