La Asamblea General Constituyente de 1813 dispuso la erección de un monumento que conmemora la Batalla de Salta, en el mismo sitio que había tenido lugar el 20 de febrero de ese año, debido a la importancia de esa Victoria en defensa de los principios de independencia surgidos en la Revolución de Mayo de 1810 [1]. Tan solo un monumento de ladrillo, con una cruz de madera, señaló por mucho tiempo el sitio del triunfo. En 1897, ante el descuido de todo un pueblo, el Diario ``El Cívico sacudió los corazones de los salteños por medio de un artículo aparecido el 25 de Febrero: