6.42.- La Secretaría de la Conferencia ha estimado que el costo total medio por año (1993-2000) de la realización de las actividades de este programa ascenderá a unos 3.000 millones de dólares, incluidos alrededor de 115 millones de dólares que la comunidad internacional suministrara a título de donación o en condiciones de favor. Estas estimaciones son indicativas y aproximadas únicamente y no han sido objeto de examen por los gobiernos. Los costos reales y las condiciones financieras, incluidas las no concesionaria, dependerán, entre otras cosas, de las estrategias y los programas específicos que los gobiernos decidan ejecutar.
6.43.- Si bien ya se dispone de tecnologías para hacer frente a muchos de los problemas con que se tropieza para evitar o reducir la contaminación, para el establecimiento de programas y políticas al respecto los países en desarrollo deberían emprender investigaciones en un marco intersectorial. En tales esfuerzos debería contarse con la colaboración del sector empresarial. Deberían efectuarse análisis costo/efectos y elaborarse métodos de evaluación de las repercusiones de las condiciones ambientales en el marco de programas de cooperación internacional, análisis y métodos que deberían ser utilizados para el establecimiento de prioridades y estrategias en lo relacionado con la salud y el desarrollo.
6.44.- En las actividades enumeradas en los incisos a) a m) del párrafo 6.41, deberían facilitarse los esfuerzos de los países en desarrollo mediante el acceso a la tecnología y la transferencia de tecnología, conocimientos e información, de los que poseen dichos conocimientos y tecnologías de conformidad con el capítulo 34.
6.45.- Deberían elaborarse estrategias nacionales globales encaminadas a obviar el problema de la carencia de recursos humanos calificados, que es uno de los principales obstáculos con los que se tropieza en la lucha contra los riesgos sanitarios ambientales. Todo el personal de todos los niveles al que incumben cuestiones ambientales o sanitarias desde el de la gestión hasta el de la inspección, debería recibir la adecuada formación. Es preciso asimismo poner mayor empeño en incluir en los programas de estudios de las escuelas de segunda enseñanza y de las universidades la cuestión de la higiene ambiental y en instruir a la población en general.
6.46.- Todos los países deberían promover el aumento de los conocimientos y de las técnicas para la previsión y la identificación de los riesgos sanitarios ambientales, y de su capacidad nacional para reducir esos riesgos. Entre los elementos básicos para la creación de esa capacidad deben incluirse: los conocimientos acerca de los problemas de higiene ambiental y de la conciencia de esos problemas entre los dirigentes del país, los ciudadanos en general y los especialistas; los mecanismos operacionales para la cooperación intersectorial e intergubernamental en la planificación y la gestión del desarrollo y en la lucha contra la contaminación; los arreglos para lograr la participación del sector privado y las comunidades en la solución de los problemas sociales; la delegación de autoridad en los niveles de gobierno intermedios y locales y de asignarles recursos, a fin de crear la capacidad necesaria para satisfacer las necesidades primordiales de higiene ambiental.