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33.13.- En general, la financiación de la ejecución de
la Agenda 21 procederá de los sectores públicos y privados
de cada país. Para los países en desarrollo, particularmente
los países menos adelantados, la asistencia oficial para el
desarrollo es una fuente importante de financiación externa,
y se requerirán sustanciales fondos nuevos y adicionales para
el desarrollo sostenible y la ejecución de la Agenda 21. Los
países desarrollados reafirman sus compromisos de alcanzar
la meta aceptada de las Naciones Unidas del 0,7% del PNB para
la asistencia oficial para el desarrollo, y, en la medida en
que aun no hayan alcanzado esa meta, están de acuerdo en aumentar
sus programas de asistencia a fin de alcanzar esa meta lo antes
posible y velar por la ejecución rápida y eficaz de la Agenda
21. Algunos países han convenido en alcanzar la meta para
el año 2000. Se decidió que la Comisión sobre el Desarrollo
Sostenible examinaría y vigilaría regularmente los progresos
realizados para alcanzar esta meta. Este proceso de examen debería
combinar de modo sistemático la vigilancia de la ejecución
de la Agenda 21 con un examen de los recursos financieros disponibles.
Se debe encomiar a los países que han alcanzado ya la meta
y se les debe alentar a continuar contribuyendo al esfuerzo común
para facilitar los sustanciales recursos adicionales que han
de movilizarse. Otros países desarrollados, en armonía con
su apoyo a los esfuerzos reformadores de los países en desarrollo,
convienen en hacer todos los esfuerzos posibles por aumentar
su nivel de asistencia oficial para el desarrollo. En este contexto,
se reconoce la importancia de la distribución equitativa de
la carga entre los países desarrollados. Otros países, entre
ellos los que experimentan el proceso de transición a una economía
de mercado, podran aumentar voluntariamente las contribuciones
de los países desarrollados.
33.14.- Los fondos para la Agenda 21 y otros productos de
la Conferencia deberían suministrarse en una forma que aumentara
al máximo la disponibilidad de recursos nuevos y adicionales
y que utilizara todos los mecanismos y fuentes de financiación
disponibles. Estos incluyen, entre otros, los siguientes:
- Los bancos y fondos multilateral de desarrollo:
- La Asociación Internacional de Fomento (AIF). Entre las
distintas cuestiones y opciones que los suplentes de la AIF examinaran
en la próxima decima reposición de los recursos de la AIF,
debería prestarse una atención especial a la declaración
hecha por el Presidente del Banco Mundial en la Conferencia de
las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo,
a fin de ayudar a los países más pobres a alcanzar sus objetivos
de desarrollo sostenible contenidos en la Agenda 21.
- Bancos regionales y subregionales de desarrollo. Los bancos
y fondos regionales y subregionales de desarrollo deberían
desempeñar un papel más amplio y más eficaz en el suministro
de recursos en condiciones de favor u otras condiciones favorables
necesarias para ejecutar la Agenda 21.
- El Fondo para el Medio Ambiente Mundial, administrado conjuntamente
por el Banco Mundial, el PNUD y el PNUMA, cuyos fondos adicionales
a título de donación y en condiciones de favor están destinados
a lograr beneficios para el medio ambiente mundial, debería
cubrir los costos adicionales acordados de las actividades pertinentes
en el marco de la Agenda 21, particularmente para los países
en desarrollo. Por consiguiente, el Fondo debería reestructurarse
para, entre otras cosas.
- Fomentar una participación universal:
- Tener la flexibilidad suficiente para hacer extensivo su
alcance y cobertura a las áreas de programas pertinentes de
la Agenda 21, con beneficios para el medio ambiente mundial,
en la forma convenida.
- Asegurar una administración transparente y democrática
incluso en la adopción de decisiones y en su funcionamiento,
garantizando una representación equilibrada y equitativa de
los intereses de los países en desarrollo, así como dando
el debido peso a los esfuerzos de financiación de los países
donantes.
- Asegurar recursos financieros nuevos y adicionales a título
de donación y en condiciones de favor, en particular para los
países en desarrollo.
- Velar por que la corriente de fondos consistentes en contribuciones
de países desarrollados sea previsible, teniendo presente
la importancia de una distribución equitativa de la carga.
- Velar por el acceso a los fondos y su desembolso según
criterios mutuamente convenidos sin introducir nuevas formas
de condicionalidad
- Los organismos especializados, demás órganos de las Naciones
Unidas y otras organizaciones internacionales que tengan papeles
asignados para apoyar a los gobiernos en la ejecución de la
Agenda 21.
- Instituciones multilateral de aumento de la capacidad y de
cooperación técnica. Deberían proporcionarse los recursos
financieros necesarios al PNUD para que use su red de oficinas
exteriores y su amplio mandato y experiencia en la esfera de
la cooperación técnica con el fin de facilitar el aumento
de la capacidad en el plano nacional, aprovechando plenamente
los conocimientos de los organismos especializados y demás
órganos de las Naciones Unidas en sus respectivas esferas de
competencia particularmente el PNUMA, así como de los bancos
multilateral y regionales de desarrollo.
- Programas de asistencia bilateral. Estos programas deberán
fortalecerse para promover el desarrollo sostenible.
- Alivio de la carga de la deuda. Es importante lograr soluciones
duraderas a los problemas de la deuda de los países en desarrollo
de bajos y medianos ingresos para brindarles los medios necesarios
para un desarrollo sostenible. Deberían mantenerse en examen
las medidas que atendieran a los persistentes problemas de deuda
de los países de bajos y medianos ingresos. Todos los acreedores
del Club de Paris deberían aplicar rápidamente el acuerdo
de diciembre de 1991 para aliviar la carga de la deuda de los
países fuertemente endeudados más pobres que están realizando
un ajuste estructural; deberían mantenerse en examen las medidas
de alivio de la carga de la deuda a fin de atender a las dificultades
persistentes de esos países.
- Fondos privados. Podrían aumentarse las contribuciones
voluntarias por conductos no gubernamentales, que han ascendido
recientemente a alrededor de un 10% de la asistencia oficial
para el desarrollo.
33.15.- Inversiones. Debería fomentarse la movilización
de mayores niveles de inversión extranjera directa y de transferencias
de tecnologías mediante políticas nacionales que promovieran
la inversión y mediante empresas conjuntas y otros mecanismos.
33.16.- Nuevos mecanismos de financiación. Deberían considerarse
nuevas maneras de generar nuevos recursos financieros públicos
y privados, a saber, en particular:
- Diversas maneras de aliviar la carga de la deuda, aparte
de la deuda oficial o del Club de Paris, incluido un mayor uso
de canjes de deuda.
- El uso de incentivos y mecanismos económicos y fiscales.
- La viabilidad de permisos negociables.
- Nuevos mecanismos para recaudar fondos y contribuciones voluntarias
por vías privadas, entre ellas las organizaciones no gubernamentales.
- La reasignación de recursos dedicados actualmente a fines
militares.
33.17.- A fin de lograr la sostenibilidad es importante, particularmente
para los países en desarrollo, disponer de un clima económico
internacional y nacional favorable que conduzca a un crecimiento
y desarrollo económico sostenido.
33.18.- La Secretaría de la Conferencia ha estimado que
el costo medio por año (1993-2000) de ejecución en los países
en desarrollo de las actividades de la Agenda 21 ascenderá
a más de 600 mil millones de dólares, incluidos alrededor
de 125 mil millones que la comunidad internacional suministrará
a título de donación o en condiciones de favor. Estas estimaciones
son indicativas y aproximadas únicamente y no han sido objeto
de examen por los gobiernos. Los costos reales dependerán,
entre otras cosas, de las estrategias y los programas específicos
que los gobiernos decidan ejecutar.
33.19.- Los países desarrollados y otros países que puedan
hacerlo deberían contraer compromisos financieros iniciales
para poner en práctica las decisiones de la Conferencia. Deberían
informar sobre dichos planes y compromisos a la Asamblea General
de las Naciones Unidas en su cuadragésimo séptimo período
de sesiones, en 1992.
33.20.- Los países en desarrollo deberían comenzar también
a elaborar planes nacionales de desarrollo sostenible para poner
en práctica las decisiones de la Conferencia.
33.21.- Es fundamental examinar y vigilar la financiación
de la Agenda 21. En el capítulo 38 (Arreglos institucionales
internacionales) se consideran las cuestiones vinculadas con
la ejecución eficaz de las actividades a que de lugar la Conferencia.
Será importante verificar periódicamente si los fondos y
los mecanismos son adecuados, así como los esfuerzos por alcanzar
los objetivos acordados del presente capítulo, incluidas las
metas cuando corresponda.
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