- Actividades de gestión
19.59.- Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo
de las organizaciones intergubernamentales y de los organismos
y programas de las Naciones Unidas competentes, deberían:
- Promover y apoyar la búsqueda de soluciones multidisciplinarias
a los problemas de la utilización de productos químicos
en condiciones de seguridad;
- Considerar la necesidad de establecer y fortalecer, cuando
proceda, un mecanismo nacional de coordinación que sirva de
enlace entre todos los sectores que se vean afectados por las
actividades de empleo de productos químicos en condiciones
de seguridad (por ejemplo, agricultura, medio ambiente, educación,
industria, mano de obra, salud, transporte, policía, defensa
civil, asuntos económicos, instituciones de investigación
y centros de lucha contra las intoxicaciones);
- Crear mecanismos institucionales para la gestión de los
productos químicos, incluidos medios eficaces para hacerlos
aplicar;
- Crear y ampliar o fortalecer, cuando proceda, redes de centros
para hacer frente a las situaciones de emergencia, entre ellos
centros de lucha contra las intoxicaciones;
- Fomentar la capacidad nacional y local para prepararse para
casos de accidente y para hacerles frente teniendo en cuenta
el programa APELL del PNUMA y programas análogos de prevención
de accidentes, preparación para casos de accidentes y medidas
para hacerles frente, cuando proceda, incluidos planes de emergencia
periódicamente ensayados y actualizados;
- En cooperación con la industria, establecer procedimientos
para hacer frente a las situaciones de emergencia, individualizando
los medios y el material necesarios en industrias e instalaciones
para reducir los efectos de los accidentes.
- Datos e información
19.60.- Los gobiernos deberían:
- Organizar campanas de información para sensibilizar al
público en general acerca de los problemas relacionados con
la utilización de productos químicos en condiciones de seguridad,
en particular programas que brinden información sobre las existencias
de productos químicos, las opciones más inicuas desde el
punto de vista ecológico y los inventarios de emisiones, que
también podrían ser un medio para la reducción de los
riesgos;
- En colaboración con el RIPQPT, crear registros y bases
de datos nacionales sobre los productos químicos que contengan
información relativa a la seguridad;
- Obtener datos de vigilancia sobre el terreno relativos a
productos químicos tóxicos que revistan gran importancia
ecológica;
- Cooperar con las organizaciones internacionales, cuando proceda,
para vigilar y fiscalizar eficazmente la generación, la fabricación,
la distribución, el transporte y las actividades de eliminación
que se relacionen con los productos químicos tóxicos, velar
por el cumplimiento de las medidas preventivas y de precaución
y las reglas de gestión de la seguridad, y facilitar información
precisa sobre los datos pertinentes.
- Cooperación y coordinación en los planos internacional
y regional
19.61.- Los gobiernos, al nivel que corresponda y con el apoyo
de las organizaciones internacionales y regionales competentes,
deberían:
- Preparar directrices, allí donde aun no existan, con recomendaciones
y listas de verificación para promulgar legislación relativa
a la utilización de productos químicos en condiciones de
seguridad;
- Ayudar a los países, en particular a los países en desarrollo,
a elaborar y fortalecer la legislación nacional y su aplicación;
- Examinar la posibilidad de adoptar programas sobre el derecho
de la comunidad a la información u otros programas de difusión
de información pública, cuando proceda, como posibles medios
de reducción de riesgos. Las organizaciones internacionales
competentes, en particular el PNUMA, la OCDE, la CEPE, y otras
partes interesadas deberían considerar la posibilidad de preparar
un documento de orientación sobre la instauración de esos
programas para uso de los gobiernos. El documento debería
aprovechar la labor existente sobre accidentes e incluir nuevas
orientaciones sobre inventarios de emisiones tóxicas e información
sobre riesgos. Dicha orientación debería incluir la armonización
de los requisitos, las definiciones y los elementos de datos
a fin de fomentar la uniformidad y permitir el intercambio internacional
de datos;
- Aprovechar la labor internacional de evaluación de riesgos
realizada en el pasado, el presente y el futuro para ayudar a
los países, en particular a los países en desarrollo, a
crear y a afianzar su capacidad de evaluación de riesgos en
los planos nacional y regional con objeto de reducir al mínimo
los riesgos en la fabricación y utilización de productos
químicos tóxicos;
- Promover la aplicación del programa APELL del PNUMA y,
en particular, el directorio internacional de centros para hacer
frente a las situaciones de emergencia preparado por la OCDE
y el PNUMA;
- Cooperar con todos los países, en particular los países
en desarrollo, para crear mecanismos institucionales en el plano
nacional y concebir instrumentos apropiados para la ordenación
de los productos químicos;
- Organizar cursos de información, a todos los niveles de
producción y utilización, para el personal que debe ocuparse
de las cuestiones referentes a la utilización de productos
químicos en condiciones de seguridad;
- Establecer mecanismos para aprovechar al máximo en los
países la información existente en el plano internacional;
- Invitar al PNUMA a que promueva principios para la prevención
de accidentes, la preparación para casos de accidente y las
medidas para hacerles frente, destinados a los gobiernos, la
industria y el público, aprovechando la labor realizada en
esta esfera por la OIT, la OCDE y la CEPE.