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Preámbulo

1. Las zonas aridas y semiaridas comprenden un complejo grupo de regiones naturales distribuidas en varias ubicaciones del planeta. Si bien mantienen ciertas peculiaridades que las diferencian de otros ecosistemas, existe igualmente una gran diversidad dentro de esta categoría.

2. Las zonas aridas y semiaridas deben ser consideradas en función de sus interrelaciones por las cuales se complementan con otras zonas ecológicas del planeta.

3. Las zonas aridas y semiaridas presentan un potencial natural y cultural para el desarrollo sustentable (biodiversidad, biomasa, agua, suelo, etc.).

4. A pesar de ese potencial existente, estas zonas han sufrido un acelerado proceso de degradación social y ambiental durante las ultimas décadas, cuyas causas principales son:

4.1 La creciente adopción de las tecnologías de la ``Revolución Verde'', particularmente la agricultura de riego.

4.2 La construcción de grandes represas, que provocan crecidas permanentes de las tierras y el reasentamiento de las poblaciones locales.

4.3 El rechazo de los emergentes poderes sociales y económicos a aceptar los sistemas tradicionales de producción - excesivas actividades agropecuarias y de apacentamiento; creciente presión sobre la tierra en comunidades tribales y campesinas, acelerada deforestación, degradación del suelo que empeora los procesos de erosión y desertificación.

4.4 El crecimiento demográfico esta causando la explotación excesiva de los recursos naturales de ciertas regiones; mientras que en otros casos la baja densidad de población esta permitiendo la degradación de los ecosistemas cultivados por la falta de un adecuado mantenimiento.

4.5 Acceso desigual a los recursos naturales (tierra, agua, biomasa).

5. La rápida degradación de los recursos naturales y la alteración de los sistemas hídricos de estas regiones ha hecho mas visible la reducción de los indices de producción de alimentos. Por su parte, esto ha provocado mas presiones sobre esos recursos, y a su vez las comunidades locales tratan de compensar la caída productiva mediante una intensificación en el uso de recursos sin consideración por los ciclos naturales de recuperación del ecosistema.

6. Estos problemas, vinculados al cambio atmosférico mundial, provocan alteraciones climáticas locales que se manifiestan a través de largas estaciones mas cálidas y secas, así como sequías mas intensas y frecuentes.

7. La desertificación es otra faceta del problema; afecta a la sexta parte de la población mundial y a cerca de 3.600 millones de hectáreas de superficie terrestre.

8. Este proceso de desertificación provoca aumentos en la pobreza rural y acelera la migración hacia las ciudades. A la inversa, el crecimiento urbano aumenta la presión sobre los recursos naturales (madera, agua, etc.), y se genera un circulo vicioso que acelera la degradación de los ecosistemas y los procesos de desertificación.

9. La política y las obras publicas en las regiones aridas y semiaridas del Tercer Mundo han sido históricamente tratamientos de emergencia de las sequías y del hambre, sin enfrentar los problemas estructurales, tales como el acceso a la tierra y al agua, lo cual provoca la perpetuación de estructuras socialmente injustas que degradan el medio ambiente.


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